Cierran organización que servía a hispanos de Norcross

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Por: Rafael Navarro- ENG.

Gladys Fuentes es una de las más afectadas, no sabe si describirse como triste, frustrada, contrariada o todas las anteriores, porque, conociendo todos los planes que tenía se ha dado una fuerte sorpresa cuando llegó a la oficina apenas la semana pasada y se enteró que el centro que tanto le había servido, ya no la atendería más desde este 31 de marzo.

Fuentes dice que conoció a Gwinnett Community Alliance por referencias de una amiga y que luego siguió asistiendo de manera periódica por otras necesidades. Este año ya cumplía cuatro de estar recibiendo asistencia gratuita con la presentación de sus impuestos.

“Me ayudaron a conseguir trabajo muchas veces; recibí clases de nutrición, quería iniciar mis clases de computadora y teníamos pendientes tres proyectos, entre ellos el de las clases de aeróbicos y la de manejar forklift (montacargas)”, dice Fuentes.

“Este es un centro que le ayuda mucho a la comunidad latina…es un golpe muy grande para nuestra comunidad”, advierte.

GCA y los latinos

Fundada en 2005, Gwinnett Community Alliance era una organización certificada–501 C3—sin fines de lucro, que aprovechaba las alianzas con los gobiernos, las empresas, las escuelas, los residentes y otras organizaciones sin fines de lucro para fortalecer los individuos y las familias, al tiempo que promueve la diversidad de los residentes de Gwinnett.

Fue creada para trabajar en conjunto con el Distrito de Mejoramiento de Gwinnett, conocido como, Gwinnett Village , utilizando el modelo de colaboración para ayudar a las familias en la identificación de oportunidades para mejorar su estado de salud, estabilizar su bienestar financiero, y aumentar las oportunidades educativas.

Los servicios estaban dispuestos para impartirse en dos idiomas principales: inglés y español.

De acuerdo a su exdirectora ejecutiva Leticia Pastrana GCA atendía en su mayoría a familias latinas en vista de que Norcross tiene una composición demográfica de casi un 40% de población de ese origen, en números redondos el total de servicios ofrecidos durante estos casi 10 años podría superar los 15 mil.

“En cinco años y medio que estuve al frente de la organización se aumentó de manera considerable el número de familias latinas atendidas y por alguna razón parece que eso no les gustó mucho a algunos directivos” dijo Pastrana a El Nuevo Georgia, sin dar mayores explicaciones.

“Yesica Martínez llegó a Gwinnett Community Alliance en agosto de 2012 por asistencia para presentar una solicitud a FAFSA y obtener ayuda para estudiar en Georgia Gwinnett College Pre-Terapia
Física. Dos meses más tarde, se convirtió en una participante activa de la iniciativa Zona de Oportunidad, que le ofreció adiestramiento en educación y mejoró los ingresos para ella y su familia”, es uno de los testimoniales que muestra GCA, como historia de éxito.

Así también se cuenta la historia de Merari Meza, una de las más antiguas beneficiarias de Zona de Oportunidad y una voluntaria en eventos y programas, lo mismo que una asistente permanente en muchas conferencias de United Way.

Meza ha completado clases de educación financiera con CredAbility, y completó su formación como profesora sustitutoa lo cual fue una gran oportunidad para ella, por su historia de trabajo en la educación temprana y desarrollo infantil.

“Los fondos están del otro lado del puente”

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Lorri Chisthoper, una concejal de la ciudad de Peachtree Corners, quien hace parte de la junta directiva de GCA y a cuya dirección temporal quedó la organización mientras se cerraba, dijo que el problema era sencillo. No había dinero para sostener las operaciones del centro.

“No teníamos los sufrientes fondos, ni los suficientes recursos para sostener las operaciones, teníamos unos empleados maravillosos, pero de la forma en que las ayudas funcionan, el dinero no da para los empleados que nuestra comunidad necesita”

Por eso, dijo que no tuvieron otra opción para seguir adelante luego de haber recibido los últimos recursos. “No podíamos seguir pagando una nómina que los grants no satisfacen y teníamos que pedir voluntarios”

Chisthoper dijo a El Nuevo Georgia que ellos están tratando de identificar otras organizaciones que puedan ofrecer los mismos servicios a los, entre 3 mil 500 y 4 mil usuarios a los que servía GCA.
“Hay otra organización del otro lado del puente de la Jimmy Carter que puede dar ayuda similar…ellos tienen dinero, nosotros no…” concluyó.

Impotentes

Helen Amador dice que quizá a la organización a la que se refiere Christopher es la de los asiáticos pero que hasta donde sabe no tienen personas que los puedan atender en español. “Me sentí muy mal cuando supe que cerraban porque ellos ayudan mucho a la comunidad latina”, dijo.

Los afectados escribieron algunas cartas en español a los directivos de GCA donde les expresaban su pesar y su preocupación por el cierre del centro de servicios, pero al cierre de esta edición no habían obtenido respuesta de parte de los encargados del mismo.

“No creo que sea justo que cierre así sin darnos alternativas, yo tenía cuatro años de estar usando los servicios de ellos, y me ayudaban a renovar los beneficios para los niños, además de que recibimos clases para ser mejores madres”, dijo Evelyn Magaña, una de las afectadas.

Julia Amador por su parte, también escribió una carta y recogió alrededor de 20 firmas y la entregó a la oficina un día antes de su cierre.

“Ahora no sabemos dónde ir”, dijo Amador de origen hondureño con un aire de desconsuelo, sabe que no tendrá, al menos por un tiempo, quien le siga ayudando en su trámite de medicaid, a buscar trabajo, a hacer sus impuestos, remisión para sus monogramas y a responder las cartas en inglés que a veces le envía su banco.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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