La resistencia al sueño migratorio y cómo vencerlo

Heidy Guzmán, MA, LAPC, NCC.  Psicoterapeuta que ha trabajado con la comunidad hispana en los últimos 13 años, educando y ofreciendo psicoterapia a adultos y parejas, y liderando organizaciones locales y nacionales que proveen servicios para la comunidad latina.
Heidy Guzmán, MA, LAPC, NCC. Psicoterapeuta que ha trabajado con la comunidad hispana en los últimos 13 años, educando y ofreciendo psicoterapia a adultos y parejas, y liderando organizaciones locales y nacionales que proveen servicios para la comunidad latina.

Por: Heidy Guzmán, MA, LAPC, NCC
www.heidyguzman.co
Twitter: @heidyguzman08

Han pasado ya diez años, o más. Se acerca el aniversario de tu llegada a este país. Ya tienes quizás una familia y un empleo que te ayuda a sostenerla. Realmente estas agradecido y complacido por tu gran esfuerzo. O quizás, las vivencias han sido más duras que la travesía, y la espera más inquietante que esa primera vez en la sala de inmigración del aeropuerto. Si tuviste suerte te esperaba alguien conocido del otro lado. En la puerta de este nuevo país, llevabas las llaves invisibles de tu destino.

A pesar de que el tiempo recorrido ha estado lleno de trabajo, de satisfacciones y alguno que otro fracaso, quizás te parece que no has llegado muy lejos. En este país planchado, muchos hispanos se han convertido en hombres y mujeres de lino, luchando por hacer parte del gran tejido de este país.

La realidad de tu diario vivir parece un duro contraste de lo que te habías imaginado como el gran Sueño Americano. Tenías un propósito, una promesa que cumplir. Empiezas a trabajar y te das cuenta que te acostumbras, te adaptas. Provees a los tuyos, te compras un carro, le mandas dinero a tus padres. Pasan los meses y los años y piensas que en algún momento que te establezcas vas a iniciar ese proyecto de vida, tu sueño migratorio. Pasa el tiempo y te empieza a parecer inalcanzable.

Cuando no se han alcanzado los sueños y las metas propuestas al llegar a este país, podemos atribuirlo a la resistencia al sueño migratorio.
El inmigrante por principio es emprendedor. Numerosas son las historias de inmigrantes que han triunfado en sus propios términos. ¿Cuáles son sus atributos y qué podemos aprender de sus fracasos y de sus logros? Esa es la manera más práctica de acercarnos a reconstruir nuestro sueño migratorio. Examinando los obstáculos invisibles y la resistencia al éxito, nos disponemos a recalibrar la brújula de la vida.

Los siguientes pasos te ayudarán a combatir la resistencia y a movilizarte hacia el cumplimiento de tus metas. Realmente es fácil seguirlos, pero se requiere de disciplina, de momentos de reflexión sin interrupciones, de un esfuerzo metódico. La persistencia ayuda, pero no es suficiente. La perseverancia, por otro lado, es cuestión de voluntad. La perseverancia es la clave para vencer la resistencia. Entonces tienes que ser persistente y perseverante para cumplir tu sueño migratorio.

1. Define tu Sueño Migratorio-

No importa cuánto tiempo lleves en este país, solo importa que hoy puedas definir qué metas quieres alcanzar, a dónde quieres llegar, qué logros quieres ver realizados.
Piensa en lo que anhelabas antes de llegar, recorre mentalmente el camino transcurrido hasta ahora y cuáles son ahora tus nuevos objetivos. Escríbelos, analízalos, vuélvelos a pensar, dilos en voz alta, revísalos y vuélvelos a escribir.
Quizás solo sea un objetivo, pero debe ser tan importante que requiera de toda tu voluntad y disposición para lograrlo. Ningún sueño es más grande que tu voluntad.

2. Dale prioridad a las cosas importantes-

La transición hacia tu nueva vida y cuanto tiempo requiere depende solo de ti. Organiza tu día y tu semana y permítete el tiempo para investigar la información que necesitas y desarrollar tu plan. Te sorprenderías cuanto puede rendirte una hora cuando trabajas sin distracciones.
Piensa en cuantas horas le dedicas a cosas sin importancia y como se pueden aprovechar en tu proyecto.

3. Desarrolla un plan-

Conviértete en el estratega de tu vida, el capitán de tu propio barco. Define los pasos, los recursos y las personas que hacen parte de este plan. Los pasos se establecen con orden de prioridad, aunque mientras que organizas tus ideas pueden ser solo una lista a seguir.
Si tu sueño migratorio es ser empresario, define la industria, el producto o servicio, crea un nombre, registra la empresa, analiza los recursos financieros que necesitas, consulta con otros dueños de empresas, etc.

Si tu sueño es desarrollarte en una profesión, investiga las opciones de educación o capacitación que necesitas. Si ya eres profesional en tu país y necesitas validar tu carrera, investiga cuales son los requisitos, el tiempo y la inversión de la validación.
Los recursos tienen que ver no solo con lo financiero o el dinero que deseas invertir, sino con el tiempo que cuentas para desarrollar tu plan. También hacen parte de los recursos, las personas que hacen parte del plan, como tu familia o los amigos con los que cuentas y decidan ayudarte, quizás alguien tiene experiencia investigando universidades, o sabe de mercadeo para ayudarte con tu empresa.

4. Usa tu vida como guía-

Piensa en lo que has hecho anteriormente que has disfrutado. Piensa en qué tipo de trabajo te has desempeñado mejor, en qué tipo de trabajo tus talentos fluyen más fácilmente. Qué industria te llama la atención y cómo te gusta pasar tus horas. ¿Cuál es el trabajo que más has disfrutado hasta ahora? Quizás eras un muy buen vendedor en uno de tus trabajos anteriores, pero la empresa o el producto no eran los adecuados para ti.

5. Convierte los obstáculos en oportunidades-

Siempre van a existir los obstáculos, pero de ellos aprendemos y fortificamos. Nunca desaproveches una buena crisis, para cambiar de curso, para evaluar tus prioridades. ¿Perdiste tu empleo? Quizás finalmente puedas contar con el tiempo que necesitas para estudiar esa propuesta de emprender un negocio. ¿Fracasaste en una empresa? Quizás era lo que necesitabas para aliarte con otros socios o emprender tu sola.

6. Trabaja, trabaja, trabaja, pero disfruta el camino-

Ningún sueño migratorio que valga la pena es fácil. Se requiere de tiempo y dedicación, de coraje, de voluntad, de persistencia y perseverancia. Requiere fortaleza, mucha fe, confianza en ti mismo, auto control. Nadia, una uruguaya estrella del Atlanta Ballet, entrena 10 horas diarias, seis días a la semana. Un dueño de una empresa de construcción trabaja 12 horas diarias, ya no con sus propias manos subido en los techos, sino dirigiendo proyectos y negociando contratos. Lo que tienen los triunfadores en común, es su innegable motivación y una inspiración profunda hacia el futuro.
Pero todo no puede ser trabajo. Estar ocupado es una decisión de cada cual, uno tiene que ser feliz en el camino hacia la felicidad. Tú decides qué quieres hacer y lo que es más importante para ti. Por eso tu sueño migratorio tiene que hacerte inmensamente feliz, durante el camino y al verlo realizado.

7. Comienza hoy.

No mañana, hoy. Imagina los próximos diez años y donde quieres estar, dale significado a tu trabajo y encuentra el propósito de tus esfuerzos.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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