Ambriz convence a los fanáticos del América
Al parecer, las críticas y las dudas que surgieron con la llegada de Ignacio Ambriz al banquillo del América poco a poco se han ido desvaneciendo e, incluso, las características que se le acreditaban al timonel han quedado en meros prejuicios con el buen andar de su equipo después de casi medio torneo transcurrido en el Apertura 2015, según la prensa especializada en deportes.
“Pretendo un equipo con mucho equilibrio, con orden, que tenga posesión de balón y que sepa a qué juega”, fueron las palabras del estratega azulcrema en su llegada al club, y publicadas por la cadena de noticias Univisión.
Y es que hoy las Águilas suman 17 goles en siete Fechas para ubicarse solo por debajo de los Pumas en la clasificación de goleo colectivo.
Dicha cifra América no la había alcanzado desde hace 10 años, es decir, ni Miguel Herrera ni Antonio Mohamed ni Gustavo Matosas con su ideología de “hacer un gol más que el rival” habían tenido un equipo tan agresivo a la ofensiva como el que hoy tiene Ignacio Ambriz.
Hay que viajar hasta el Clausura 2005, cuando Mario Carrillo dirigía a las Águilas, para hallar una cifra similar, pues en ese torneo el América marcó 18 goles en siete encuentros y tenía a Kleber Boas como su mejor romperredes con ocho de esos tantos en su cuenta.
Darío Benedetto es quien comanda ese departamento con siete dianas, aunque no únicamente son los goles del argentino los que han aportado para que América sea tan ofensivo como luce en esta campaña.
Y es que el “Pipa” también puede presumir de ser el jugador que más remates tiene en el Apertura 2015 con 27, lo que es reflejo del trabajo en equipo, pues a nivel colectivo las Águilas también pueden presumir de ser el que más remates tiene con 101, seguidos por el Pachuca aunque con una distancia considerable pues los Tuzos suman solo 86 remates.
Oribe Peralta y Osvaldo Martínez son otros jugadores azulcremas que destacan con remates, pues el mexicano tiene 16 en su cuenta, además de 4 goles y el paraguayo tiene 13 tiros.
