Lo que realmente importa

 Lo que realmente importa

editorialLo que realmente importa, no es necesariamente lo que le interesa a la mayoría, y no porque así deba ser, es simplemente porque, son más los que han decidido sustraerse de la realidad y esperar a que otros les pinten un mundo sobredimensionado de presiones, persecuciones y hasta fantasías, que han terminado por perder la esencia de la vida misma, y ahí están.

Los seres humanos, al vivir en sociedad, a diferencia de los animales, nos educamos, nos transformamos para bien o para mal, ya que fuera del ámbito social esto no sería posible. Por esta razón el mismo Aristóteles nos dice que fuera de la sociedad sólo podrán existir los dioses o las bestias, explica la socióloga y filósofa mexicana Lorena Montaño Álvarez.

En su análisis del comportamiento humano desde el punto de vista social y político, advierte que, se podría decir que la diferencia entre los seres humanos y los animales radica, entre otras cosas, en el grado de inteligencia que desarrollan; sin embargo, la inteligencia humana conlleva la capacidad de poder transformar el mundo.

Dicho de otra manera, si con nuestro accionar diario, no transformamos ni nuestra propia forma de pensar y un poco más allá la de actuar frente a nosotros y los demás, solo estamos respirando, por eso, nuestro énfasis desde el Nuevo Georgia, es que este 2016, siga siendo fructífero en participación, lleno de esos pequeños grandes cambios sociales y de ese despertar del marasmo y la flojera, solo así, saldremos adelante.

En la reciente posesión de Marcelo Zapata como concejal de la ciudad de Roswell, un hito que se comenzó a marcar, luego de 161 años de historia política de esa localidad, no nos extrañó que no hubiera latinos, exceptuando un amigo del nuevo legislador local, los demás siguieron brillando por su ausencia.

Hasta que dimos a conocer que Zapata se estaba posesionando, muchos se enteraron de que existía, y no es porque durante su campaña no lo hubiéramos hecho a través de casi todos los medios de comunicación local, y eso incluye prensa, radio, televisión y redes sociales, por si las dudas.

Pasó lo mismo con la posesión de Roger Mármol, ese joven de 28 años que desde finales de 2015 legisla junto a otros colegas suyos en la ciudad de Snelville, casi en silencio e ignorado por el resto de los latinos, a fin de cuentas, las historias que cuentan de policías persiguiendo ladrones son más efectivas en impacto mediático, aunque no generen los cambios, que hombres como Zapara o Mármol sí pueden hacer hoy desde sus posiciones.

Nosotros desde aquí no nos vamos a cansar de insistir en la imperiosa necesidad de participación que nos asiste, para empezar a ocupar ese papel que desde hace largo tiempo nos están concediendo las estadísticas, pero que por desidia y majadería no hemos ido a apropiárnoslo, por lo que seguimos en la larga letanía de quejas y reclamos contra los demás, cuando somos nosotros los llamados a cambiar nuestra propia historia.

Las elecciones primarias, por ejemplo están a la vuelta de la esquina, y lo que pase con los precandidatos presidenciales –ninguno de los cuales hasta el momento muestra que valga un centavo—es imprescindible para nuestra supervivencia, pero ocurre lo mismo con los candidatos locales, quienes finalmente son los que deciden los asuntos que afectan nuestros hogares, nuestras escuelas, nuestra seguridad, entre otros, debemos estar atentos de esos procesos.

El Pew Research Center, advierte que en Estados Unidos habitan 54 millones de latinos, los que en el año 2000 representaban el 13% de la población estadounidense, hoy superan el 17%.

Según el mismo Centro, en las últimas elecciones de medio término, para la Cámara Baja, la población blanca no hispana votó por el Partido Republicano en un 60% en su distrito federal, mientras que un 38% votó por un candidato demócrata.

En el caso de los afroamericanos, 89% votó por un demócrata y 10% por un republicano. El voto latino se encuentra en el medio de los dos grupos, ya que 62% votó por un demócrata pero el 36% por un republicano.

Los latinos aptos para votar en las pasadas elecciones de medio término fueron alrededor de 25 millones, fueron 4 millones más que en el 2010.
Contrario a esas cifras, en el 2010, por ejemplo, solo 6,6 millones de latinos votaron (casi el 31% del total).

Lo realmente importante no es el grado de sensacionalismo con que presentemos nuestras noticias o el grado de miedo o terror que éstas ocasionen sobre nuestros lectores o seguidores.

Estamos convencidos hasta la saciedad que nada de esto ha sido invento de este siglo, sino que lo digan los antiguos emperadores de Roma que supieron sacarle buen provecho a su legendario circo, lo que importa realmente es cómo nos estamos preparando nosotros y preparando a nuestras futuras generaciones para enfrentar su presente.

Lo que realmente importa es que, usted tome control de su educación, de su preparación, de sus metas y propósitos para dejar de ser sujeto pasivo y comience a actuar para cambiar su historia, solo así comenzaremos a arrebatarle las llaves a la ignorancia y dejaremos de ser tratados como ese montón de ignorantes al que todos apuntan para generar volúmenes y ganancias, mientras nos sustraen del derecho de crecer como seres humanos y como comunidad.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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