Bracear fuerte sobre las aguas estancadas

 Bracear fuerte sobre las aguas estancadas

editorialLos funcionarios latinos electos en el estado de Georgia se pueden contar con los dedos de la mano. Toda esta furia de la comunidad que se destapó con las cifras del censo del 2000 y que siguió luego con las elecciones de los primeros legisladores estatales de origen latino, ha pasado a ritmo muy lento en otras corporaciones, y mucho menos de los que quisiéramos han sido elegidos popularmente en estos últimos 14 años.

En las elecciones de 2014 por ejemplo un total de ocho latinos aspiraron a ser electos en los concejos locales de distintas ciudades alrededor del estado, solo unos 3 de ellos consiguieron su acometido, pero más allá de los números, lo que importa es que, eso ha abierto las puertas a que otros más participen y se animen, y eso seguirá siendo posible, si se dan dos factores: El primero de ellos es que salgan más aspirantes que se identifiquen con la comunidad y vengan a ella a buscar los votos, y el segundo es que, los latinos premien a estas personas votando por ellas.

Ninguna de las dos condiciones es imposible, porque hay entren nosotros jóvenes profesionales brillantes que traerían a los concejos locales ese aire de frescura y cambio que muchas ciudades ya están pidiendo a gritos, como es el caso de Doraville, donde ya antes hubo un concejal latino—el cubanoamericano Jason Anavitarte—pero cuyo paso por esa corporación se dio sin pena ni gloria.

En realidad, no basta con que alguien se identifique como “latino” o saque a relucir las raíces de sus padres para pretender representar a la comunidad, el compromiso va más allá de una etiqueta usada a la conveniencia del caso, requerimos de hombres y mujeres comprometidos a trabajar por sus ciudades, por la inclusión, por la diversidad, por los cambios generacionales y sobre todo, por no bajar la guardia frente a los retos que todo esto representa.

Hace una semana estuvimos acompañando al concejal Marcelo Zapata, a una de sus reuniones de comité en el concejo de Roswell donde ahora ostenta el honor de ser el primer latino elegido en esa entidad—y podríamos decir sin temor a equivocarnos—que el primero que no es anglosajón, conociendo la historia blanca de esa pequeña ciudad del condado de Fulton.

Zapata tiene la ventaja de no ser tan “marrón” y eso no hace tan disonante su presencia en el recinto del concejo de su ciudad, pero lo que hoy queremos destacar de él, es su arrojo para enfrentarse a un sistema cortado a la medida del alcalde Jere Woods quien lleva más de una década en el poder, reeligiéndose sin mayores aprietos y casi que invencible en todo lo que dice y hace, bajo la complacencia de su “grupo” de concejales.

Una iniciativa del concejal Zapata, busca que el alcalde Woods no sea quien siga eligiendo—como hasta ahora—a los miembros de las juntas directivas locales, quienes finalmente son los que definen el funcionamiento de muchas de las entidades locales, entre ellas, la educación, parques y recreación, salud, entre otros, y la razón es porque, tal como ahora sucede, el alcalde termina siendo una especie de reyezuelo, que no comparte el poder con nadie y lo distribuye entre sus conocidos.

El procedimiento actual, es que, el alcalde nomina y el concejo ratifica, pero si el concejo nomina y al alcalde no le gusta el candidato, el alcalde lo veta y el concejo tiene que retirarlo. Zapata busca entonces, más democracia y sobre todo mayor diversidad, porque el mundo también ahora es más diverso, pero Woods se opone a esa iniciativa y a capa y espada defiende la soberanía de su poder de mando.

En la sesión a que hacemos referencia, vimos a un concejal Zapata discutiendo, inquiriendo, cuestionando y aportando al debate de algunos proyectos de importancia para su ciudad y sus representados, y al momento de presentar su iniciativa lo vimos muy serio, enfrentado al alcalde Woods, quien visiblemente molesto, terminó por recordarle su origen extranjero al concejal nacido en Argentina.

“Recuerde concejal Zapata que este no es el régimen argentino…”, dijo el alcalde Woods, cuando trataba de defender su posición de continuar siendo él, el que elija a los miembros de las juntas directivas locales. “Esto no es Argentina”, le interpeló en otra oportunidad, sin que tuviera razón para sacar a colación el tema, excepto que viera en el edil latino, una amenaza a la que no puede controvertir con otros argumentos que con los de su origen.

Zapata, siguió defendiendo su iniciativa sin inmutarse y con argumentos rebatió al alcalde y a otros concejales que están en desacuerdo con él, pero lo hizo de una manera brillante y contundente como uno esperaría que lo haga, no solo porque se trata de defender la voz de sus electores, sino porque su presencia en medio de sus compañeros, no debe estar marcada por su lugar de nacimiento, sino por las ideas innovadoras y transformadoras que todos esperaríamos de individuos como él, que no han sido elegidos para naufragar en el olvido, sino para bracear fuerte sobre las aguas estancadas.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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