Este que se va, no es cualquier año

 Este que se va, no es cualquier año

Los tiempos no ameritan rodeos, luego de haber vivido una de las campañas presidenciales más sucias y degradantes en la historia de los Estados Unidos y de haber elegido los colegios electorales como presidente al magnate inmobiliario Donald Trump, lo que pase en adelante puede ser cualquier cosa, desde seguir descendiendo en la altura y el respeto de los debates públicos, la censura a la prensa, el inicio del autoritarismo, hasta una complaciente entronización de grupos supremacistas blancos que nos harían retroceder hasta 60 años en el tiempo, con todas las nefastas implicaciones que ello representaría. En Adelante, peores cosas pueden pasar.

El mundo atónito, aun no sale de su asombro al saber que “la nación más desarrollada” del mundo—más no la más inteligente, hubiera elegido como su primer mandatario a un misógino, vulgar y petulante sujeto quien de viva voz insulta a los que no cree de su altura, y es capaz de advertir que las instituciones que no funcionen de la forma en que él quiere, las sustituirá o hará que lo hagan a su conveniencia, ni Estados Unidos ni el mundo, aun no se atreven a medir las dimensiones de lo que podría causar un presidente caprichoso y sin la mínima experiencia en las lides de la administración pública, la diplomacia, las relaciones internacionales, los protocolos de la paz o de la Guerra, en fin, una perfecta combinación entre la exótica retórica del querer ser y el peligroso engendro de un animal sin freno y sin linderos.

Tamaña incertidumbre es con la que nos toca despedir este año 2016, el que empezó con una gran expectativa sobre lo que sería el futuro de la nación, habiendo superado los días oscuros de la administración de George W. Bush, heredados por la primera administración de Obama, donde las empresas se iban a la quiebra, las familias perdían sus trabajos y luego sus viviendas y finalmente las ciudades perdían su capacidad de seguir creciendo como sucedió aquí en Atlanta.

Aunque para ser honestos, el 2016 ha sido un año de crecimiento económico en general, y la economía camina galopante como en los mejores tiempos, no está demás advertir que los mercados mundiales siguen expectantes a lo que serán los primeros cien días de la nueva administración Trump, para todo el mundo, al menos saber a qué atenerse, por el momento, lo que se vislumbra nadie lo puede escribir en mármol.

En particular para la comunidad latina que no ha vendido su origen ni su conciencia por un plato de lentejas, las expectativas son muy pobres, porque las amenazas de Trump y en general del partido republican tanto a nivel federal como estatal, podrían ahora cristalizarse, amén de todo aquello va en concordancia con la persecución como la xenofobia, la homofobia y la segregación desenfrenada que ya ha empezado a darse en el país, y amenaza con extenderse y agravarse en la medida en que el nuevo presidente, siga sin advertir que eso no es lo que él pregona, propone y predica.

Quisiéramos ser más optimistas con relación al futuro cercano, pero lo que se ha visto, lo que se ve y lo que está por verse, no nos deja opción de cambiar el cristal por donde todo se ve más hermoso a pesar de lo nefasto que encierre la realidad.

Las agresiones contra extranjeros, musulmanes, negros y minorías religiosas, vienen en franco aumento desde la “elección” del nuevo presidente, y éste, ni durante su campaña ni en lo que va corrido desde noviembre, ha condenado o rechazado ninguno de estos atropellos de quienes incluso actúan claramente bajo la sombra del partido republican o haciendo alusión a que son seguidores del discurso de odio del magnate que tomará posesión en enero, lo que hace más incierto el futuro de millones y el destino de toda una nación y por qué no, del mundo entero.

Con todo lo anterior podemos decir, que el que se va, no es cualquier año, y el que viene por consiguiente nadie sabe cómo será. Solo queda esperar con fe, que lo más oscuro de la noche es el momento que antecede al amanecer y en ese mismo tenor, todos lo queremos pasar cuanto antes.

A todos ustedes que nos han acompañado también durante 2016 y estamos seguros lo harán en el 2017, nuestro más sincero agradecimiento y nuestros mejores deseos por un año pletórico de paz, amor y mucha prosperidad!

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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