Denuncian exagerados cobros por parte del Acueducto de Atlanta

La familia Ozuna González, espera que la Ciudad de Atlanta y sus Servicio de Acueducto revise seriamente su caso.

Por: Rafael Navarro- ENG
Cuando esta nota salga al público, la familia Ozuna González, sabrá si la audiencia programada con la junta del Servicio de Acueducto de la Ciudad de Atlanta rindió sus frutos, o si la misma sigue insistiendo en que ellos son responsables del pago de más de 8 mil dólares como resultado de un consumo excesivo de más de 300 mil galones de agua en tres facturaciones.

La familia, quien ha acudido a varias instancias desde el año pasado para arreglar su situación, sin encontrar eco en ninguna de ellas, dijo a El Nuevo Georgia, que incluso han pensado en dejar la casa que con tanto esmero y esfuerzo compraron y remodelaron.

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Un largo camino recorrido

Tras una larga espera para darles a sus tres hijos menores de edad un techo, Fernando Ozuna y Norma González, decidieron comprar una pequeña casa ubicada en el 21 de la Baker Dr, al sur oeste de Atlanta, pero luego de terminar de acondicionar la misma y moverse a vivir en ella comenzó una pesadilla que en más de una noche les ha quitado el sueño.

“Esa era una casa que estaba sola, nosotros la reconstruimos y cuando nos pasamos a vivir a ella instalamos los servicios, el primer mes todo fue normal”, dijo Norma González la propietaria.

Pero el mes de septiembre los sorprendió un cobro por 1,402 dólares con 16 centavos, lo que originó un reclamo inicial que el Servicio de Acueducto de la Ciudad de Atlanta puso en investigación.

La siguiente facturación fue de $194.92, y la familia comenzó un proceso de abono para demostrar su buena disposición de pago, mientras esperaba que los resultados les favorecieran, pero no fue así, una inspección llevada a cabo por la ciudad les advertía que su medidor estaba funcionando bien, lo cual quería decir que el consumo era correcto.

Los meses siguientes que corresponden a noviembre y diciembre de 2016, fueron relativamente normales, $ 128.87 y $ 150.72, respectivamente, pero lo peor estaba por venir.

Un balde de agua fría

Fernando y Norma, habían ya asistido a una audiencia; habían contratado a un plomero certificado independiente que la misma ciudad les había recomendado y éste les corroboró lo que ya sabía, que en su casa no había fuga, porque a esas alturas del problema la casa ya se les hubiera hundido.

Los esposos fueron entonces, tratando de ser oídos a una reunión sobre problemas de vivienda que organizó la Asociación Latinoamericana, y le expusieron su problema al departamento de asesoría en vivienda de las Caridades Católicas; hablaron con la Liga de Ayuda Legal de Atlanta y con la Fundación de Abogados Voluntarios de Atlanta, pero al menos ese día, ninguna de las organizaciones encontró un consejo mejor que sugerirles la continuación del proceso que la ciudad les tiene abierto.

“Es que la ciudad ahora nos está cobrando más de 8 mil dólares”, decía Norma a cada una de las personas a las que se dirigía buscando apoyo.

Y así, era. Los meses de consumo de agua pasaron de los cientos a los miles, el mes de enero de 2017 fue de $ 5,613.22, lo que equivale a un consumo de 192.984 galones de agua, el de febrero fue de $ 1,636.52, equivalente a 56.848 galones y con los de septiembre de 2016 que fue de 50.116 galones, acumulaban un consumo de 299 mil 948 galones de agua en tres períodos, dos los cuales fueron consecutivos.

En el mes de marzo el consumo volvió a registrar como dato curioso la misma cantidad que en el mes de noviembre de 2016, es decir, $ 128.87.

Un problema serio

“Nosotros no nos estamos negando a pagarle a la ciudad nuestro consumo de agua, lo que no nos parece justo es que nos estén cobrando 8 mil dólares por un consumo que nosotros no hemos hecho, y ellos en la primera audiencia que tuvimos prácticamente ni nos prestaron atención, porque no llevamos un intérprete”, dijo Ozuna.

Sin embargo los problemas de excesivas facturaciones no son una situación nueva ni en DeKalb ni en Fulton, pero al menos quienes pueden hablar y entender bien el inglés, tienen ya una ventaja sobre familias como ésta, quienes se han sentido solos e ignorados por su limitado manejo del idioma.

Una respuesta ambigua

En respuesta a una solicitud de información sobre el caso de la familia Osuna, Lillian M. Govus, Directora de comunicaciones y Relaciones con la comunidad, del Servicio de Acueducto de Atlanta, dijo que esa cuenta está todavía bajo revisión, por lo que el debido proceso está en curso.

“Entiendo que tienen una audiencia de apelaciones programada para el 12 de abril. Es importante tener en cuenta que la junta de apelaciones es un panel de ciudadanos – no empleados del Acueducto”, dijo la funcionaria en la misiva.

“Parece que hubo un pico de consumo que apareció en la factura de enero, pero hemos comprobado el medidor y está funcionando correctamente. Estamos viendo si podemos extraer datos adicionales de los últimos 90 días para revisarlos”, explicó la funcionaria.

Hizo alusión a una visita que hicieron a la residencia de los querellantes y dijo que “Cuando nuestro equipo visitó el lugar el 22 de marzo, notaron que había nuevo césped en su lugar. Esto puede indicar que han estado regando el lugar, aunque entiendo que la Sra. Ozuna dice que no riegan su césped”.

Sobre ese aspecto, cuando el Nuevo Georgia visitó la casa de los Ozuna González, no solo su césped estaba reverdeciendo sino todos los del vecindario, dadas las lluvias que anteceden a la primavera.

Govus, dijo que cuando ellos tienen picos inusuales de consumo, hacen una llamada telefónica automatizada al titular de la cuenta para informarles antes de la factura.

“Sin embargo, esto no se hizo en este caso ya que la cuenta ya estaba siendo revisada con una apelación pendiente”

En un segundo mensaje, para reafirmar el anterior, Govus, dijo que el personal de la empresa que revisa los medidores había establecido que en la residencia había una fuga continua, y les recomendaba hacer un arreglo de pago con la ciudad.

“Si nosotros tuviéramos una fuga continua, ¿cómo es posible entonces que todos los meses seguidos no hubieran venido por el mismo valor…?”, se cuestiona Norma, mientras espera que la junta de apelaciones, ahora con un traductor que les facilita la oficina de Welcoming Atlanta, los pueda entender mejor y resolvérseles su caso.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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