El síndrome de la mujer blanca desaparecida

POR: MARIA ISABEL

Había tratado de evitar este tema por algún tiempo, principalmente porque ya ha sido profusamente discutido a través de los medios de comunicación.

Sin embargo, quiero opinar como casi todo el mundo ha hecho, sobre el caso de la youtuber Gabby Petito, quien tristemente perdió la vida mientras recorría el país con su novio de infancia, Brian Laundrie.

En lo que los expertos llaman “síndrome de la mujer blanca desaparecida”, la historia desafortunada de la joven de 22 años ha acaparado la atención de multitudes. Primero, su desaparición, luego su muerte, y mientras escribo esta columna, la búsqueda de su novio que ahora también está desaparecido luego de regresar a su casa sin la muchacha y quien es persona de interés en la investigación. 

Diariamente, lo medios de prensa dedican parte de su emisión a destacar lo último de los esfuerzos de al menos 6 agencias que se han unido para tratar de ubicar el paradero del muchacho. ¿Pero cuál es la fascinación del público respecto a este caso? ¿Por qué se ha invertido tanto esfuerzo y despliegue del orden informativo y policial? 

Parece que vuelve a ser el hecho que se trata de una chica joven, blanca y rubia, atractiva, que a través de su canal de YouTube publicaba su vida especialmente cuando decidió partir a campo traviesa por todo el país con su prometido de 23 años. 

Sus videos en sitios exóticos, donde muchos quisieran ir, sus demostraciones de afecto en cámara, causando tal vez envidia o admiración, su disposición a la aventura, en fin.  Esto sin duda atrae muchos seguidores.  

Pero a pesar de que diariamente desaparecen personas en todos los estados, por las características de este hecho y por tratarse de una joven con seguidores en las redes sociales y que se nota viene de una familia bien, comprendemos que el público se siente más atraído a seguir historias como esta.

Duele decirlo, pero esa es la realidad, cuando se trata de personas que vienen de clases diferentes, personas de color, o aún de inmigrantes, se tiende a restarle importancia. Se pierden como un caso más de policía, diferente cuando se refieren a jóvenes como Gabby, que gozan de ciertos privilegios. 

Y no estoy diciendo que no se le deba prestar atención, solo que demuestra públicamente las prioridades de las autoridades a la hora de desplegar personal y recursos en la búsqueda de alguien desaparecido.

En términos de cubrimiento de medios, indiscutiblemente el hecho de contar con redes sociales, cada vez más inmediatas y dispuestas a documentar cada paso, cada movimiento propios y extraños, otorgan una nueva dimensión a la recolección de evidencias. Este caso no ha sido la excepción.

De hecho, alguien vio a la pareja discutir en un restaurante, alguien los vio en otra oportunidad discutiendo en carretera y al parecer esto llevó a que fueran interrogados en un momento del mes de agosto por la policía, cuya grabación de la cámara corporal del oficial de policía demostró que algo sucedía entre ellos. 

De otro lado, Gracias a la pista dada por un tiktoker, se pudo determinar la localización de la van en el Parque Nacional Gran Teton, en Wyoming, en un punto donde se logró poco después, el hallazgo del cuerpo sin vida de la joven.

No hay duda, que la presión de los seguidores de Gabby ha generado un movimiento en las redes sociales y por supuesto en los esfuerzos de las autoridades para tratar de esclarecer lo sucedido.  

Jugando a los detectives, miles de personas siguen el desenvolvimiento de este caso, incluso yo. Por poner un ejemplo, la etiqueta gabbypettito en Tit Tok ya ha tenido más de mil millones de vistas.

Incluso ya hay emisiones en vivo permanentemente divulgando todo lo relacionado con el caso y la búsqueda del muchacho día tras día. Qué bueno porque de esta manera la familia de la joven sabe que las autoridades están haciendo algo.

Pero la pregunta sigue siendo, ¿Por qué se tiene preferencia por este tipo de casos y no de otros? ¿Qué hace que una desaparición llame la atención pública más que otra? 

He estado leyendo opiniones diversas de sicólogos, sociólogos con sus propias teorías al respecto, que se basan en los miedos personales; en la identificación con la víctima; en que se crea empatía con su sufrimiento; en la sensación de que se vive una historia real; o porque se sigue una serie en vivo y en directo a través de las publicaciones de Reddit, Instagram, YouTube, Facebook, TiK ToK y Twitter.

Lo que me preocupa y el problema está en que queda la sensación  de que esta desaparición y muerte demuestra la deuda que la sociedad y las autoridades tienen con esos cientos de víctimas cuyas tragedias similares a la de Gabby Petito, siguen sin llamar la atención para dolor de sus familias.